No hablo de las antiguas agencias de matrimonio, que creo que ni existen ya, en las que se valoraban requisitos, cualidades, gustos... Y se intentaba compatibilizar a las personas, ya que supuestamente, dos semejantes suelen funcionar más que dos incompatibles... Ni pagar la boda, fiesta, luna de miel, y todo lo que quieran implicar en dicha fiesta.
Hablo de gente que paga por personas. Por posesión. Por tener a esa persona a su lado. Crear un vínculo a través de la economía, más que del amor. Querer esa persona que pone un precio o a quién ponen un precio, para conseguir una unión matrimonial. Sea por deseo, obtener la legalidad, poder tener a alguien, compañía, etc
Hablo de una unión, originalmente creada desde tiempo culturales, por amor, hecha una negocio. Una boda concertada, un negocio entre personas, que no es una empresa entre dos personas que se quieren y quieren dar ideas, consejos, etc Hablo de pagar por tener a alguien, la motivación es la economía, un mercado de matrimonios, con o sin amor, pero pagado.
Y esto, de pagar por alguien, o dejarse pagar por alguien, sin sentimientos, o sólo por parte del que paga, es muy poco amoroso.
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