Una segunda vida de ensueño, ¿por qué no?

Ya sabemos que hay cosas que no hay que hacer. Y aún así, se hacen. Y seguirán haciéndose.

Hablemos de temas legales. Castigos. Sanciones. Ilegalidades. Y tratamientos, terapias, cambios positivos.

Hay gente que se cura. Gente que no. Pero no se puede generalizar. Como la bisexualidad, imposible de comparar con la respiración, el sueño o la defecación. 

Entonces, en casos positivos, personas que se arrepienten de sus delitos, de todo lo malo que han hecho, de mentiras que han dicho, actos cometidos, problemas creados... ¿No tienen derecho a vivir bien?

Pues sí. Y es inhumano lo contrario. Porque mucha gente vive y ha vivido mejor de lo que pensamos al entre ellos tapar sus ilegalidades o corrupciones, y alguien que cambia positivamente, debería ser también aceptado en una vida buena. Y sana.

Y no estar hostigado continuadamente por todo lo que hizo en el pasado. 

Amén.