Ni a adultos y menores de edad, concertados, tráfico de personas, esclavitud, sobornos,...
La otra cara...
No.
No se debe casar a las personas forzosamente.
Ni por dinero, bienes ni propiedades.
Ni humillar a que sigan juntos si no quieren.
Ni forzar esas uniones que si son no, son no.
Obligar a alguien a salir, estar, casarse con alguien, es un delito. Aunque en algunos países se consientan, o algunos lo disfracen de amor, si la pareja no está enamorada, o uno de los dos no quieren, es No.
Pero hay que hablarlo. Decirlo. Comunicarlo. Quizás, a veces, nos equivocamos con parejas que son felices forzando a separar, y sin embargo, alabamos a parejas que siguen juntas, aunque no se quieran, por un modelo sea físico, económico, familiar... No todo el mundo es así feliz, hay gente que sí, gente que no.
No obligar. Sea la edad que sea.
Si es no, es no.
Por bonito que sea.
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