Si bien una infidelidad en un matrimonio legal puede ser la causa de ruptura decéste, así como propiciar una guerra por pertenencias o custodias, perro o gato incluidos, en otras situaciones sí hay posibilidad de que se realicen, y no sean comentadas, ni motivo de separación. Hay parejas que se dan permiso, o se engañan, y persisten en relaciones establecidas, sabiéndolo o no, ambas partes.En relaciones menos formales o quizás sin papeles legales hay parejas que tienen affaires contínuos, mientras mantienen una pareja formal. Una o las dos partes.
Las causas, múltiples. Desde el "probar" estar con alguien nuevo, un reencuentro, la atracción mutua sentida, el sentimiento de amor hacia otro, un intercambio de favores, poder realizar actos sexuales que con otra persona no haría, pasión o acto deshinibido, interés hacia lo "vetado" ...
Otras veces, son personas que son así. Será por causas biológicas de remediar sus impulsos como valores libertinos adquiridos, hay personas que no pueden ser fieles a otras. No siempre es falta de amor, ya que se puede querer mucho a alguien, pero no todo el mundo acepta una unión monogama, o fiel, o perdurable en el tiempo. Hay personas que no son ni fieles a sus amantes, ya que puede que, aunque se encuentren en el tiempo, sea algo puntual, con poco tiempo o fugaz.
Hay gente que se acaba casando con sus amantes, se separan y encuentran el comfort en la nueva relación. Hay gente que confunde pasión y atracción con amor. Hay genye egoista que sólo piensa en ellos mismos y no se plantea las consecuencias. Hay gente que pide perdón, ya que no lo pasó bien, ni le gustó. Hay gente que no lo disfruta, sabiendo que es un acto desleal, y hay gente que repite, o ese es su patrón de vida, y no cambia, ni cambiará, nunca.
Así como gente que se puede hacer rica gracias al divorcio con un o una infiel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario