Un profesor puede dirigir y dar una clase pero luego es alguien más en el supermercado. Puede sdr muy culto, inteligente, ditectivo e instructivo, pero quizás no es ni el mejor amante o tampoco el que viste mejor. Puede que no sea el mejor atleta, ni quién tenga la casa con piscina, ni quién recete medicamentos.
Cada espacio tiene sus roles. Cada persona es más y menos, hasta la Reina ha ido de compras al supermercado y ha pagado en caja como todo el mundo, y no ha exigido alfombras de Hollywood. Así que aunque alguien sepa mucho, debe recordar que su rol está en x sitio, y no x todo.
Y si alguien no cae bien, no hay que jugar con la profesión: a veces, decirlo, hablar, o distanciarse, es la solución. Y usando la comunicación de forma correcta y asertiva, es y será siempre mucho mejor que ser indiferente.
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