La pasión suele ser la unión sexual de dos parejas. Junto con amistad, compromiso, respeto, armonía, etc, surge el amor entre dos personas. Pero puede que, a la vez que en algún momento ese amor resplandece, puede que el amor, muera, se termine, desaparezca. Y mejor si no aparece el odio, porque, realmente, sería mucho peor que una ruptura por simple desamor.
Cuando en vez de querer hacer el amor prefieres leer un libro; cuando te da hasta pereza desnudarte y ver a tu pareja desnuda; cuando te molesta que esté hablando cuando prefieres ver el fútbol; cuando prefieres ir a ese concierto sola en vez de que él te estropee esa ilusión por ver a tus artistas favoritas; cuando ni te ilusionas porque te prepare el desayuno o te esmeras en quedar a la hora acordada, y hasta no te importaría acudir e imaginas ir con la rubia de blusa azul, o fantaseas con el chico de camisa a cuadros... Ya no hay amor.
El amor, a veces, ni ha existido en muchas parejas amorosas. Pero en otras, en las que sí hubo, puede que no sea esa eternidad ni "para siempre" como se prometió en su día, ni se sintió en un momento dado. Y aunque hubiese planes, puede que desaparezcan y se elimine ese deseo de seguir y estar juntos. Y aunque sólo sea una parte quién lo sienta, hay que respetarlo.
No todos los amores son duraderos, y, aunque duela, hay que aceptarlo, y sobretodo, aunque haya ruptura, seguir.
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