Pero a veces, dos personas ddjan de pensar igual o querer seguir el mismo recorrido. No siempre es porque se acabe la pasión, también, a veces, los planes cambian para al menos uno de los dos, y la relación termina.
Cambios de residencia por trabajo, el no permitirse el espacio conjunto, no dejar "crecer" al otro espiritual, personal o profesionalmente son grandes causas de ruptura de la relación. El ya no querer vivir juntos, que uno de los dos se marche a trabajar a otro lugar y el otro no se marche, el que uno de los dos no quiera tener hijos y el otro sí, que al menos uno quiera seguir estudiando y el otro encuentre que tienen menos tiempo juntos, el que uno quiera viajar más que el otro, que la otra persona desee comprarse más ropa que hacer otras actividades, que uno de los dos sea más "foodie" que el otro, las diferencias de tiempos o motivaciones sexuales, o, que uno no quiera dedicar tanto tiempo a la pareja como la otra parte espera para dejarle realizar otras actividades... son, también, motivos de ruptura.
Y a veces, es mejor seguir caminos separados.
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