sábado, 10 de agosto de 2024

¿Fea, yo? ¡NO!

A lo largo de estos últimos años me he encontrado con un sinfín de ridiculeces, absurdas, que ni en el colegio o universidad ocurrían. Una de ellas, las competitividad, humillación o desengaño de personas que se consideran bellezas.

Desde el propio interior de muchas personas, que se creen ser solo ellos bonitos, y que se merecen mejores servicios, vida o atención, quedando en ridículo ya que ni son interesantes y quizás hasta padezcan trastornos mentales. Lo malo es que siempre tienen a alguien detrás que les respaldan y consienten sus ridiculeces, alaban y conceden caprichos, ríen las tonterias como a algunos excompañero/as de trabajos o muchas mujeres que he conocido que creen ridiculizarme en la calle misma cuando paseo, cuando a mí me parecen gordas, antiestéticas y feas por mucha autoestima y consideración social que tengan, especialmente, por adoptar posturas de superioridad.

Lo peor es cuando las conoces. Sólo ellas pueden ser las modelos, las bien consideradas, tú eres la amiga gorda o la criada, el perro que respalda su belleza, o la que no tiene que ser tan querida como ellas. Algunas, incluso en ámbito laboral, han querido rebajarme laboralmente por no ser ni tan grande o considerarme una competencia en cuestión de hombres o estilo de vida. Hasta unas supuestas modelos me trataba de discapacitada cuando no saben hablar bien o ser educadas. Sigo pensando que son enfermas mentales, las personas normales que he conocido siempre se han preocupado de un bienestar general, belleza incluido, y no el concurso o lucha fuera de lugar. Es más, parece que se está favoreciendo a quién tiene un book de fotos que quién hace CV y se cultiva.

Lo triste es el nuevo cánon de belleza que abunda en Mallorca: mujeres grandes, orgullosas y muy curvies que se consideran bellas y desprecian a quienes son más pequeñas o no queremos ese estilo de belleza. Lo he visto en algunas que dicen no ser gordas, y son el doble de grandes, con movimientos muy ridículos, ojos azules y que se creen tener mejor cuerpo por ser curvy. Parecen no aceptar a la gente delgada y que se cuida, y tratan de "vieja" o mayor si no estás operada estéticamente o eres una rebelde sin gusto. Se aferran a la Moda como ovejas, como si tuviésemos que llevar todo (especialmente oversize, túnicas, prendas de lino o estilos africanos) si no es lo que te gusta, y consideran estar mejor vistas aferrándose a la comida que hablando de temas variados, como libros, películas, amor y objetivos propios. 

El hecho de que se piensen modelos a admirar o más bellos y te rebajen ya no es exclusivo de la gente tonta del gimnasio que solo presume de cuerpo. Ya es un desastre que te encuentras saliendo a la calle, en el que personas ridículas se creen superiores y  a quienes habría que hacer feedback. Sean madres, mayores, mallorquines, inmigrantes, españoles... este estilo de terrorismo de autoestima hinchada no debería proseguir mucho más, aunque está claro que nada cambiará. 

Y sí, a mí me gusta estar blanca, delgada de forma sana (que es como estoy sana), curvas 0 y tener un aspecto más cercano a una anoréxica con su estilo de ropa y cerebro cultivado, que a Laetitia Casta, la muñeca pepona o la de la cara redonda que presume de culo  y cuerpo gordo, que quizás, es más insana que yo. Y no por eso soy fea.

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